El tiempo K impuso miradas, discurso, iniciativa y opciones sobre los modos de CONSTRUIRNOS

"El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de los frijoles, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales" . Bertolt Brecht. (1898)

sábado, 11 de septiembre de 2010

EL NOMBRE ENCONTRADO Por Eduardo Galeano.




En la sierra mexicana de Nayarit había una comunidad que no tenía nombre. Desde hacía siglos andaba buscando nombres esa comunidad de indios huicholes. Carlos González lo encontró, por pura casualidad.

Este indio huichol había venido a la ciudad de Tepic para comprar semillas y visitar parientes. Al atravesar un basural, recogió un libro tirado entre los desperdicios. Hacía años que Carlos había aprendido a leer la lengua de Castilla, y mal que bien podía. Sentado a la sombra de un alero, empezó a descifrar páginas. El libro hablaba de un país de nombre raro, que Carlos no sabía ubicar pero que debía estar bien lejos de México, y contaba una historia de hace pocos años.

En el camino de regreso, caminando sierra arriba, Carlos siguió leyendo. No podía desprenderse de esta historia de horror y de bravura. El personaje central del libro era un hombre que había sabido cumplir su palabra. Al llegar a la aldea, Carlos anunció, eufórico:

-¡Por fin tenemos nombre!

Y leyó el libro, en voz alta, para todos. La tropezada lectura le ocupó casi una semana. Después, las ciento cincuenta familias votaron. Todas por sí. Con bailares y cantares se selló el bautizo.

Ahora tienen cómo llamarse. Esta comunidad lleva el nombre de un hombre digno, que no dudó a la hora de elegir entre la traición y la muerte.

-Voy para Salvador Allende dicen, ahora, los caminantes.

5 comentarios:

grace dijo...

Hermosísimo. Me lo llevo. Besos.

PC dijo...

hermoso, emotivo y brillante.

gracias por traernos este reconocimiento a un verdadero gran hombre.

Paola dijo...

Qué bello, qué buena elección! Te dejo este post que alude a lo mismo. Y gracias por postearlo.
Creo, ya no lo tendré, que no dudaría en ponerle Salvador a un hijo mío; o a un canto o a un poema. Otorgarle el merecido lugar que pocos le dan.

Paola dijo...

Acá va, me olvidé antes

http://udi414.blogspot.com/2009/09/y-pagaran-su-culpa-los-traidores.html

mimita dijo...

Sencillamente maravilloso.
Una determinación perfecta, de haber estado en esa comunidad, no habría dudado un instante en adherir a ese nombre.
HOMBRE, así con mayúscula don Salvador Allende.