El tiempo K impuso miradas, discurso, iniciativa y opciones sobre los modos de CONSTRUIRNOS

"El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de los frijoles, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales" . Bertolt Brecht. (1898)

viernes, 18 de julio de 2008

Dicen que perdimos...

Dicen que perdimos. ¿Nos derrotaron?
Si la controversia era por unos cuantos millones de pesos (o dólares) para hacer caja, les aseguro que aumentó el superávit, y lo mismo sucedía en pleno conflicto.
Es cierto que hay una oportunidad histórica que nos brinda el mundo. Ha sido entendida por algunos como la ocasión de acopiar ganancias extraordinarias, que produciría el “derrame”. Recordemos que la teoría neoliberal implementada en los años 90 nunca logró derramar sino migajas.
Acá sí perdimos: hemos desaprovechado la oportunidad histórica de remontar otro modelo de País, el que se propone la redistribución de las riquezas. A partir del rechazo de la 125 las inconmensurables ganancias, comparables a las de los emiratos árabes con el petróleo, se concentran en pocas manos: la de los grandes productores y grupos económicos.
En realidad lo que estaba en juego no era la 125, sino la autoridad de un gobierno recién electo para intervenir en el reparto de una renta extraordinaria. La iniciativa gubernamental fue interpretada como un toque de alerta, como un desafío a un sector al que no es posible desafiar. Las pruebas dan fe de lo que digo.
Se constituyó una coalición social muy amplia y con un gran componente de clases medias rurales y urbanas en pueblos y ciudades del interior. Pero el núcleo central y estratégico del conflicto es ese 20 por ciento de los productores que exporta el 80 por ciento de la soja y que no se engaña en absoluto respecto de cuál es el rumbo económico por el que está luchando. Si lo que estaba en juego, hubiera sido como decían, la rentabilidad de los pequeños y medianos productores, les hubiera satisfecho la 125 con sus 17 mejoras en pro de ese sector rural.
Por eso, si hay alguien que pierde, y mucho, en esta contienda, son los productores más chicos. Y perdieron feo por la alianza de fantasía que mantuvieron con sus “hermanos” terratenientes. Perdieron todas las conquistas logradas… De esto ya se dio cuenta Buzzi, y pide resarcimientos. Pero, tal como dijo la SRA, el conflicto con el campo ya está superado. Y ahora ya no será posible brindar prosperidades, ni por Resolución, por lo cuestionable que fue la 125… y menos como Ley, que el Congreso ya no puede tratar este año.
Así que, si alguna derrota existe, es la del sector de los pequeños y medianos productores, que salieron desfavorecidos después de la instancia legislativa, y sin avances después de tanto corte de ruta y desabastecimiento. Pero ellos respaldaron ese desenlace.
En síntesis: acá hay un solo ganador: los grandes productores. Otra vez ganó el poder del dinero.
En este momento histórico, se ha desperdiciado la opción por la equidad. Justo en este momento, que tenemos un modelo de País con dólar alto y que la soja cuadruplicó su valor, respecto de los años de la peor crisis. Dicen que es el gobierno el que pierde, pero no es así; ha perdido concreción una idea, perteneciente a un modelo distinto de País. El Estado quiere repartir más equitativamente “la torta” pero el poder de las corporaciones no permite concretar las medidas en este sentido, por más que fueron explicitadas en la plataforma electoral.
Veamos de ahora en más qué pasos transitan dichas corporaciones, aliadas a lo más “granado” de la dirigencia política: Los Barrionuevo, los Carrió, Los Menem, los Duhalde, Los Rodríguez Saa, Los Morales, Los De la Sota… todos con currículum de realizaciones harto conocidas por todos, en desmedro de nuestro País.

jueves, 3 de julio de 2008

a Lidia Satragno (Pinky), el mismo día que hablaba en el Congreso

Hola Sra. Diputada:su participación de hoy jueves 3 de julio me dio vergüenza ajena. No necesitamos su sátira, sino un pensamiento inteligente, que profundice la actual democracia; necesito su aporte como oposición, pero Ud destila odios, que no necesitamos... No puede Ud Hablar de "capricho imbécil" cuando a la par pide respeto por la oposición... Para ser respetada empiece Ud por respetar. Para que haya Leyes dignas, necesitamos diputados dignos...En cierto sentido la comprendo. Ud. es fiel a su ideología, pero si estuviera tan segura de lo que dice no necesitaría ser tan agresiva ¿no? Y ojo!!! Que las ideologías se dirimen en las urnas. Ya se empieza a avizorar (por suerte) en el horizonte la democratización de algunos, en la creación de un partido nuevo, llamado Pampa Sur. De esta manera, entonces sí, vamos a poder discutir en el mismo plano: el de las ideas políticas. De momento el que dirime las políticas que nos benefician es el Gobierno... y la protesta del sector que Ud apaña, es impresentable.Los sectores de poder económico más concentrado, han tenido ganancias record, y justo es que, como el resto de los argentinos, paguen sus impuestos en proporción lógica a sus ganancias. ¿Pretende "El campo" que todos los argentinos subsidiemos sus exorbitantes tasas de ganancias, para igualar la de todos los cultivos con la de la soja? Seamos claros, "el campo" no hubiera ganado esa ultra-rentabilidad por sus dotes particulares de productividad y competitividad. Gana gracias a dos razones que nada tiene que ver con su capacidad productiva. O sea, no tiene que ver con el aumento de la cantidad producida (fenómeno que se ha dado). Estas circunstancias no son las que lo hubieran hecho acreedores de esta rentabilidad. Son, los precios internacionales y el modelo económico de tipo de cambio competitivo. Ganan lo que ganan, no por sus mejorados métodos de producción, sinó porque están en una circunstancias particular de lugar, tiempo y modo (Argentina, 2008, modelo de tipo de cambio alto, venta a precios excepcionalmente altos) que les permite esos márgenes de ganancia.Es evidente que el boicot del campo puede aguantar más de 100 días... Sin embargo, no se han producido quiebras, como hubiera pasado con cualquier empresa o negocio que hubiera parado mucho menos tiempo… Esto sucede porque tienen ganancias acumuladas, que les dan "aire" para aguantar sin comercializar… Entonces es deseable que no se victimicen, no difundan que están sobreviviendo a duras penas, porque eso no es cierto. Otros son los que sobreviven, los que amanecieron hoy en la calle, con este frío tremendo, los de las villas, los que se congelaron por dormir a la intemperie, los sin trabajo… Por 100 días decían que "los granos no se venden". Pero, lo que no se vende, se acumula en los silos. Solamente el acopio produce ganancias inusuales, ya que el precio internacional ha subido, en atención a las medidas de nuestros productores que ya genera escasez del grano "de oro" en los mercados con destino al biocombustible.Es mentira de los productores que ellos no generan inflación; sus medidas han descontrolado los precios, que pagarán con mayor padecimiento las clases más desfavorecidas.Mienten también cuando dicen que pierden, porque los granos siguen en los silos, las vacas y los cerdos siguen engordando, la soja sigue creciendo…Faltan a la verdad cuando dicen que dan trabajo, porque dan poco, y ése escaso número de peones los tienen en negro. Ud. Mismo dice que no invierten los extranjeros… pero si invierten, dicen (el periodismo) que están enajenando el País. En mi criterio creo que necesitamos inversiones, pero de los argentinos, para que las ganancias queden acá… No he observado que el campo agregue valor industrial a sus productos, porque venden el grano en bruto, tal como se recoge. Entonces se pierden puestos de trabajo de argentinos que necesitan más un empleo que el biocombustible al que está destinada la soja. (La industrialización es una política de Estado ¿álguien puede estar en desacuerdo con esto? Pero el campo no avanza en industrializarse... cede sus derechos a las multinacionales y después lloran sobre la leche derramada...)Dicen que no producen inflación, o tal vez que un poquito nomás (?) Como todos los productores siembran soja, por los enormes ganancias, escasean los otros cultivos… al escasear la materia prima, el costo de sus derivados suben (pan, quesos, aceites…) los precios aumentan y cada vez menos gente puede acceder a esos alimentos. Quiere decir que unos pocos se llenan de dinero, mientras otros muchos padecen las necesidades más elementales… ¿Y la clase media? Sufre los aumentos, pero los paga, y le echa la culpa al gobierno.Pero en la Argentina hay 3.000.000 de indigentes, es decir, personas que no pueden satisfacer sus necesidades alimentarias básicas. Por eso es tan importante mantener bajos los precios. Precios y calidad de vida van atados: si SUBE el costo de alimentos derivados, baja la calidad de vida. Y al contrario, si BAJA el costo de alimentos derivados, sube la calidad de vida. Lo que están haciendo los productores, y Ud interviene, porque desinforma, y porque apaña a los poderosos, es promover un golpe de mercado, similar al que le dieron a Alfonsín, que desató una hiperinflación que no fue posible remontar. Yo no quiero más más desabastecimiento, inflación, ni un 10% rico dueño del 80% de las tierras... Yo quisiera que se pueda conversar sin intolerancias, sin condicionamientos, para pulir los aspectos errados que pueden existir en este conflicto. Pero le pido a Ud., y a su partido, respeto por la Democracia, porque la supimos construir de a poco… no es lo mismo este gobierno que la dictadura; hemos evolucionado de Alfonsín hasta hoy; es cierto que en todo no vamos a estar de acuerdo, Un País se construye cuando su comunidad se organiza. Y se organiza con un pensamiento PROPIO, no con estrategias de sectores, a los que es propio considerar, pero sin dejarnos avasallar.Recuerde que en los 90, sin retenciones, los pueblos languidecían, las fábricas quebraban, se compraban pocas máquinas y esas eran sobre todo extranjeras. En la crisis de 2001 el campo pedía el intervencionismo del Estado, para que no rematen sus bienes, ya que, como todos, se habían afectado por la falta de dinero. El Estado, que somos vos, yo y los demás argentinos, los auxilió. El Estado asumió un fuerte compromiso con los productores, pero éstos no asumen la misma responsabilidad social que les compete. Idéntica proporción de lo que aporta la industria.Lo dicho: no me gustó su discurso, ni su tono, podría haber dicho su punto de vista, tratando de convencerme... a lo mejor lo lograba, pero en su alegato tan florido, abundó en tantos detalles sarcásticos, que finalmente, no defiende lo que cree, sino que aviva a los que quizás pensaban que cierta parte del agro podría tener razón...Disculpe... tengo claro que también con Ud., tenemos que construir esta Nación. Y aunque no me guste, celebro el derecho que tiene de decir lo que piensa, en mi opinión, equivocadamente.La saludo