Tráfico de influencias de la jueza Claudia Rodríguez Vidal, y del Juez Ernesto Marinelli

La Jueza Claudia Rodríguez Vidal defendió la resolución con que congeló el Fondo del Desendeudamiento. “De ninguna manera mi decisión puede defoltear la deuda. La propia Ley de Presupuesto tenía partidas para afrontarla”, argumentó. Y ante la advertencia de Cristina Kirchner de que el Gobierno seguirá pagando con reservas del Banco Central, respondió: “Cualquier ciudadano que incumple un fallo incurre en el delito de desobediencia”.

Desobediencia que es menos punible que los delitos cometidos por Claudia Rodríguez Vidal y su pareja, el Juez Ernesto Marinelli, quienes al parecer actúan en sintonía.

Causa extrañeza la celeridad con que salen los amparos, en un Poder Judicial con tantas falencias, que permite que sólo 44 de los 1.253 acusados por delitos de lesa humanidad tengan condena efectiva. Se calcula que para el año 2023 terminarían de juzgarse, cuando los genocidas ya se hallen fallecidos. Esta característica, más el tráfico de influencia de los jueces Rodríguez Vidal y Marinelli son los que defenestran el sistema Judicial, y no las acusaciones de la Presidenta, que muchos compartimos.

Tráfico de influencias

de la jueza Claudia Rodríguez Vidal, y del Juez Ernesto Marinelli

En junio de 2004, las noticias ocupaban su mayor cuota de pantalla en mostrar el cotidiano vía crucis que soportaban los usuarios del ferrocarril. Personas viajando en el techo, ventanas sin vidrios y una preocupante estadística de muertes sobre rieles. El Estado intervino y la empresa de Sergio Taselli, prestadora del deficiente servicio, debía aceptar sus culpas y dar por finalizada la explotación del destartalado ramal. Fue el gobierno kirchnerista quien le quitó la concesión por falta de inversiones, tras una protesta con incidentes en la estación Constitución, el 16 de mayo del 2004. Antes le había otorgado un subsidio de 15 millones de pesos para pagar los sueldos de 4.100 trabajadores de los trenes. A pesar de ese desembolso, el gremio ferroviario denunció que no se pagaron los sueldos tal cual lo pactado. Al intentar evitar que le rescindieran la concesión de la empresa ferroviaria, Taselli recurrió a una medida cautelar. Por sus intervenciones a favor del polémico empresario, a comienzos del año 2004, los jueces Claudia Rodríguez Vidal y Ernesto Marinelli fueron acusados ante el Consejo de la Magistratura.

El accionar de ambos jueces concitó la atención del diputado oficialista Carlos Kunkel, quien inició una investigación en el ámbito del Consejo de la Magistratura en la que sostenía que ambos habían incurrido en incumplimientos de sus deberes de funcionario público al "actuar en concierto", favoreciendo a la empresa y perjudicando al Estado. "Hubo un encadenamiento de sus actos procesales en perjuicio del Estado, que tuvo seguir pagándole subsidios a la empresa", relató a Perfil.com un colaborador de Kunkel en la Magistratura. El costo de ambas cautelares para el Gobierno fue altísimo: $202.000.628,19.

El 2 de julio de 2009, con votos favorables para desestimar la denuncia, del diputado radical Aguad, Cabral, Candioti, Mosca, Montaña y el senador también radical Sanz se archivó el expediente 468/04. La única que se manifestó por la citación fue el otro afil K en el Consejo, la diputada Diana Conti. Los demás se abstuvieron o no estuvieron presentes. (Destaquemos el republicanismo que pregonan... o el respeto a las Instituciones...)

La jueza tiene antecedentes de operaciones políticas en el caso del Indec. El Juez Marinelli, pareja de Rodríguez Vidal, tomó protagonismo político cuando recayó en sus manos la causa por el despido de Martín Redrado. Otra vez, Marinelli reapareció con otro fallo adverso al Gobierno a fin de enero de 2010 cuando hizo lugar a una medida cautelar de Papel Prensa, contra el precio uniforme del papel decretado por el ministerio de Economía.

Se percibe en la actuación de ambos jueces una clara voluntad de privilegiar interéses particulares sobre el interés público.

Tendrán que dar cuenta de eso.